Abrir un paquete de pipas siempre ha sido para mi como un especie de viaje en el tiempo. Junto el olor a regaliz, las pipas, me transportan a esas tardes de domingo en el campo de fútbol del pueblo. Lo de ayer fue otra cosa. Eran las 9:00 de la mañana cuando recibía la llamada de….., llamemos-le «M», por aquello de la protección de datos que tanto se lleva ahora..
M.-Aún no me has enviado la foto de las pipas, la necesito ya…
Lo bueno y lo malo que tienen los e-mails es que todo queda escrito y efectivamente tenia razón. Gran error el mio el pensar que todavía disponía de una semana por delante para inventar alguna foto en la que aparezca el susodicho producto, su paquete y que transmita un momento divertido, un #momentAZO…. ( Los eslóganes de las campañas de publicidad merecen entrada de blog a parte, así que de momento no comentaremos la originalidad de las campañas, yo hago lo que me mandan).
Inténtalo «M», hoy trabajo hasta las 19:00h ( como todos los días que no son de guardar) y a esa hora ya es de noche, no hay luz, me es imposible hacer algo decente, el niño tiene atletismo, la niña piano, la madre……, en fin creo que llegue a decirle hasta que el perro se me había comido los deberes y es que en esto de las fotos sin luz no hacemos nada…
Eran ya las 12:00h de la mañana cuando «M» confirmaba la catástrofe.
-No ha podido ser, tienes que enviármela hoy antes de la noche, que se a divertida, ya sabes…
Yo soy de los que aún se alegran cuando le llaman las marcas, no se, no es que piense que me hacen un favor, ellos sacan su benefio de mis publicaciones, pero me alegro, se me pone sonrisilla, hacer fotos para Grefusa, Coca-Cola, Volkswagen, BombaySapphire,….etc, a fecha de hoy para mi sigue siendo una especie de premio al trabajo bien hecho. Pero esta vez la cosa se complicaba.
Yo se que «M» lo había intentado, porque «M» es muy «M» y conozco suficiente tiempo a «M» como para saber que si «M» puede «M» te ayuda, pero esta vez no estaba en manos de «M». La foto era para hoy.
La cosa se reducía a la cocina, en todas las otras estancias de casa las luces son cálidas. Si cálidas, de color amarillo vamos, que para crear ambiente muy bien pero que aún no conozco App con un reductor de la temperatura suficiente que no haga que todas las personas fotografiadas bajo esa luz no parezcan parte de la familia Simpson. Así que esta vez, y solo por esta vez, los dos focos fluorescentes de la cocina más blancos que la nieve no me parecían tan mal, además eran los únicos que podrían salvarme. Y la cocina de mi casa no es como las de las revistas, dos por cuatro como mucho, incluido banco, pila, horno y todo lo demás, pequeña pero completa, así con poco sitio libre, no se entra de lado pero casi….
Durante todo el día mis compañeros de trabajo, jefe incluido que el tío es muy simpaticón, me habían estado intentando dar ideas pero no dispongo de modelos en biquini, descapotable, ventiladores, teleobjetivos, ojos de pez, asistentes de cámara o confeti suficiente. Y no puedo hacer » un vídeo así con el efecto ese de Matrix pero con las pipas«, así que, luz blanca de tubo fluorescente, mesa blanca de cocina, el enano recién llegado de atletismo y las pipas, es lo que hay.
La situación degeneró en risas. Muchas risas…..
……a «M» le gustó, a Grefusa también le gustó y yo, al final, me he divertido mucho. No pasará a la historia como la mejor de mis fotos pero seguro que esta tarde tendrá una parada en ese viaje del tiempo que para mi sigue siendo el abrir un paquete de pipas.
